Reduce el consumo
Optimiza la factura
No controlamos el mercado eléctrico,
pero sí sabemos cómo optimizar tu factura.
Compártenos las facturas
y te diremos cómo recortar los costes energéticos.
Cuando una empresa nos contacta, siempre actuamos de la misma manera:
medir, comparar y actuar.
Una auditoría energética no es un PDF bonito; es un plan de ahorro ejecutable.
Y empieza por entender cómo consumes y qué te están cobrando.
En nuestras auditorías periódicas detectamos tarifas desfasadas y potencias mal dimensionadas; ajustar esto suele pagar la auditoría.
Además, si aplicas medición y seguimiento, el ahorro se consolida en el tiempo y evita sustos en la factura.
Una auditoría energética es un estudio técnico que analiza el consumo real de tus instalaciones para identificar ineficiencias y priorizar medidas según impacto y retorno.
La recomendamos cuando:
Tu factura se ha disparado sin cambios operativos.
Te planteas inversiones (clima, iluminación, procesos) y necesitas datos para decidir.
La auditoría ofrece una foto diagnóstica y un plan de acción.
La monitorización añade película en tiempo real (dashboards, alarmas, M&V).
Cuando el consumo varía por turnos/estacionalidad, combinamos ambas: auditamos y dejamos sensores/SGE para mantener el ahorro.
Siempre recomendamos programar la auditoría como tarea recurrente para evitar que el contrato quede viejo respecto a la curva de carga.
Después de trabajar con muchos clientes, hemos podido llegar a la conclusión de que una auditoría energética bien hecha se convierte en tranquilidad y ahorro mes a mes para los que nos contratan; y en negocios de alta demanda, aún más.
Nuestro enfoque prioriza ahorros de coste inmediato (contratos) y ahorros de consumo (medidas técnicas). Nos encontramos a menudo planes que ya no se utilizan: al corregirlos, la factura baja sin CAPEX. Además:
Potencia: ajustamos kW por periodos para eliminar excesos o penalizaciones.
Peajes y condiciones: renegociamos términos que no reflejan tu perfil horario.
Medidas no intrusivas: programación horaria, consignas, detección de equipos “fantasma”.
Señales de alerta: picos de potencia aislados, cos φ bajo, consumo nocturno elevado, excesos recurrentes, curva de carga “plana” en fines de semana.
Nuestro checklist del contrato revisa: tarifa/peajes actuales, potencias por periodo, cláusulas de permanencia, indexación vs. fija, recargos por reactiva.
No solo miramos equipos: el papel del contrato y las condiciones comerciales puede suponer hasta la mitad del ahorro potencial.
La Metodología que utilizamos para hacer auditorías energéticas competentes:
Pedimos 12 meses de facturas, curva horaria y contrato vigente. Con eso modelamos tu baseline, localizamos horas caras y medimos el gap entre lo contratado y lo realmente usado. Cruzamos estos datos con tu operación (turnos, maquinaria, clima) para priorizar medidas.
Instalamos analizadores de redes y dataloggers en puntos críticos (clima, frío, aire comprimido, hornos, etc.). Verificamos armónicos, factor de potencia, perfiles de arranque y cargas fantasma. Si conviene, dejamos monitorización para M&V y seguimiento.
El informe no se queda en el cajón: traducimos medidas a €/año, kWh/año, CO₂ y payback. Acompañamos la ejecución (ajuste de potencias, optimización de contrato, programación, compras de energía) y fijamos re-auditorías para consolidar el ahorro. Según el RD 56/2016, las grandes empresas deben auditarse cada 4 años; alineamos el plan de seguimiento con ese ciclo.
El coste depende de alcance (nº de centros y metros), complejidad (industrial vs. terciario), mediciones necesarias y si incluimos monitorización y acompañamiento. Para empresas multi-sede solemos proponer un roadmap: piloto + despliegue escalado. Lo importante es el ROI: priorizamos medidas que recuperan la inversión rápido y dejan ahorro sostenido.
Terciario (oficinas, hoteles, retail): foco en climatización e iluminación; contrato y potencias dan ahorros rápidos.
Industrial: procesos térmicos, aire comprimido, motores, recuperación de calor.
Multi-sede: homogeneizar contratos y estándares de operación.
«¿Qué nos hace diferentes?»
Equipo con experiencia en industrial y terciario.
Instrumentación y cumplimiento de protocolos de seguridad.
Transparencia: hoja de medidas con ahorros, coste y responsable.
Acompañamiento: contrato y compras de energía para blindar resultados.
Si buscas mejora continua, integramos los hallazgos en un SGE (ISO 50001): políticas, objetivos, indicadores (kWh/m², kWh/unidad, factor de potencia), planes de acción y M&V para demostrar el ahorro.
«Ejemplo Real»
Contexto (PYME tipo: oficina + pequeño almacén)
Qué hicimos: optimización de contrato y potencias (+ negociación comercial), ajuste de horarios de climatización y iluminación, y corrección de reactiva.
Resultado mensual estimado:
Contrato y potencias: ahorro 90 € / mes
Medidas operativas (horarios/consignas/iluminación): ahorro 60 € / mes
Total: 150 € / mes
Proyección del ahorro
A 1 año: 150 × 12 = 1.800 €
A 5 años: 1.800 × 5 = 9.000 €
Por si te preguntas…
Su nombre es Lidea, y es la responsable de esta área.
Con amplia experiencia en optimización de tarifas eléctricas, Lidea lidera el proceso de auditorías, comparativa y gestión de contratos para empresas y particulares.
Supervisa cada etapa del estudio de eficiencia energética para garantizar precisión, transparencia y resultados reales.
Si solicitas la «Auditoría Energética» con 82Amperios, ella será tu punto de referencia durante todo el proceso.
Para grandes empresas, legalmente cada 4 años; operacionalmente recomendamos revisión anual del contrato y auditoría básica cada 12–24 meses si el consumo cambia.
12 meses de facturas, curvas horarias, contrato, listado de equipos, horarios y cambios operativos.
Varía por sector; empezamos por contrato y potencias (ahorro inmediato) y luego medidas técnicas con payback corto (iluminación, consignas, variadores).
Primero, auditoría energética: medimos, analizamos tu curva y contrato, y priorizamos ahorros con datos.
Luego, consultoría: convertimos el diagnóstico en plan de acción e inversiones.
Asesoría: seguimiento continuo para que el ahorro se mantenga.
Gestoría: trámites con comercializadoras, ayudas y legalizaciones.
